La antigua ciudad de Ostia fue, en sus tiempos, uno de los puertos más importantes de la antigua ciudad de Roma, se cree que pudo llegar a a vivir en ella unos 100,000 habitantes en sus mejores tiempos. La ciudad fue abandonada debido a una epidemia de malaria y con el paso del tiempo la ciudad fue sepultada por la arena hasta que en el siglo XX se empezaron las excavaciones para desenterrarla.A diferencia de Pompeya y Herculano, la ciudad de Ostia fue abandonada paulatinamente por lo que se conserva en peor estado que las anteriores.
Las ruinas se encuentran muy cerca de la ciudad de Roma, a unos 30 kilómetros y llegar a ellas en transporte público es muy fácil. Hay que tomar la línea B del metro y bajar en la parada Pirámide y hacer trasbordo allí a la línea del tren de la línea Roma-Lido (parada Porta San Paolo) y bajar en la parada Ostia Antica. El billete de transporte es el mismo del sistema integrado de transporte público de la ciudad de Roma que cuesta 1,50€.
La calzada Decumanus Maximus atraviesa todo lo largo de la ciudad y ambos lados se van viendo los restos de los antiguos edificios. Para mi sorpresa, vi más restos de los que imaginaba que encontraría y a pesar de que está menos conservada que las ruinas de Pompeya para mí valió muchísimo la pena. Llegué alrededor de las 9:30 de la mañana para evitar encontrarme con una horda de turistas y para evitar el calor del mediodía.![]() |








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